Por Alberto Luna Ávila
- Superservicios afirma que no hay dinero ni solución para la crisis de AIR-E
El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, que se había empecinado en negar la crisis eléctrica en el país y el peligro de un posible “apagón financiero” en los tres departamentos, Atlántico, Magdalena y la Guajira, donde presta sus servicios la empresa Air-e, y que todo se debía a la voracidad de las empresas generadoras de querer obtener mayores ganancias, en una carta del ministerio de Minas dirigida al Superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios, Yanod Márquez Aldana, el ministro reconoce la crítica situación en que se encuentra la empresa eléctrica costeña.
Expresa la carta del ministerio que, sin el apoyo de la Superservicios, a través del Fondo Empresarial, la prestación del servicio por la empresa intervenida por el Estado se vuelve inviable. Además, no bastan con las medidas regulatorias y administrativas, no son suficientes, se necesita el respaldo y gestiones concretas para poder sacar adelante a la compañía. Con la advertencia, que de lo contrario se tendría que pensar en la liquidación de Air-e.
Pero la respuesta del Superintendente Márquez, en un debate realizado el martes pasado en la Comisión Quinta de Senado, donde fue citado, era que no tenía una solución para la crisis de Air-e, que no hay dinero y no tiene ninguna respuesta al grave problema de la empresa eléctrica.
Por si fuera poco, mientras la agente interventora de Air-e, Diana Bustamante afirma, que requiere de recursos por el orden de $2,8 billones para mantener un flujo de caja solamente para este año, el superintendente señaló que los recursos del Fondo Empresarial son insuficientes para atender la magnitud del problema. Que, aunque este Fondo se creó para capitalizar las empresas intervenidas, su saldo en estos momentos para atender no solamente a Air-e, sino también a 12 empresas más, en la misma situación, es de una raquítica suma de $166 mil millones.
Todos estos hechos demuestran que después de siete meses de intervención estatal, la grave crisis en que se encontraba la empresa Air-e, no se ha solucionado, sino más bien se ha agravado, y ya la deuda con las generadoras está en orden de los 3,3 billones de pesos, con la amenaza que cada vez está más cerca el peligro de un “apagón financiero” para cerca de 1,3 millones de usuarios y para toda la economía de los tres departamentos, donde presta el servicio la empresa en crisis, Atlántico, Magdalena y La Guajira.