Por Alberto Luna Ávila
El presidente Gustavo Petro decretó la emergencia sanitaria por la presencia de fiebre amarilla en algunas regiones del país y con el fin de evitar su propagación en todo el territorio colombiano. Teniendo en cuenta que este año ha causado la muerte de 20 personas, siendo el departamento del Tolima, la región más grave, donde se han registrado 41 de los 47 casos presentados en todo el país en los corrido del 2025.
Pero expertos en el tema respondieron criticando la medida porque consideran que los argumentos del presidente Petro para decretar la emergencia no tienen sustento científico y hay mucha improvisación gubernamental.
No hay hasta ahora un acto administrativo que sustente la emergencia sanitaria, no hay nada escrito, lo cual genera confusión sobre la medida. Se requiere mucha precisión para implementarla. Son algunas de las preocupaciones de los expertos.
Gerson Bermont, secretario de Salud de Bogotá, advierte que, «Ni el aeropuerto, ni los equipos, ni la gente saben cómo proceder. ¿Para qué exigir carné de vacunación para salir a países que no lo piden y donde la fiebre amarilla no es endémica? Es absurdo».
El médico internista y epidemiólogo barranquillero, César Visbal, expresa que Colombia es un país endémico para esta enfermedad, pero no en todo el territorio. Además, Visbal estima que, técnicamente por el número de contagios que se registran en el país no considera que se tengan los argumentos necesarios en estos momentos para decretar la emergencia sanitaria.
Petro aseguró que aún en Bogotá está el mosquito transmisor de la enfermedad, un insecto que su hábitat natural son las zonas tropicales. Ante esta afirmación presidencial, el médico epidemiólogo Julián Fernández Niño, subsecretario de Salud Pública de Bogotá, respondió que debido a la fría temperatura y que la ciudad está a 2.640 metros de altura, no es factible que exista la transmisión de la fiebre amarilla en la capital del país.
Ante la crítica del presidente al gobierno de Bogotá de que no ha querido conformar los equipos de salud necesarios para llevar la vacunación a toda la ciudad. Gerson Bermont, aseveró que Bogotá no es territorio endémico por lo que no puede haber un contagio directo de este virus. Aún así, se han vacunado más de 19 mil personas en este año en el Distrito Capital, confirmó Bermont.
El funcionario capitalino señaló que la fiebre amarilla no se combate con un decreto de emergencia económica y denunció que el Instituto Nacional de Salud fue «desmantelado» de equipos técnicos por el gobierno actual. «Escuche a los técnicos no a los activistas», fue el mensaje que le envió Bermont al mandatario nacional.