Crece el talento humano en salud, pero persisten brechas laborales y regionales

*  Representante a la cámara Olga Lucía Velásquez pide un régimen especial, para el sector de la salud

La representante a la Cámara por el Partido Verde, Olga Lucía Velásquez, puso sobre la mesa la necesidad urgente de reformar la normativa relacionada con el talento humano en salud, al advertir que, pese al aumento constante de profesionales en esta área, las condiciones laborales y la distribución del personal siguen siendo insuficientes para responder a las necesidades del país.

Velásquez explicó que, “a pesar de la precariedad, cada año aumenta el número de profesionales de la salud en el país”. Según cifras del Observatorio de Talento Humano en Salud, en 2024 Colombia alcanzó más de un millón de personas vinculadas a este sector, entre profesionales, auxiliares, tecnólogos y especialistas. Ese crecimiento, afirmó, demuestra la fortaleza formativa del país y el interés creciente de las nuevas generaciones por estudiar carreras relacionadas con la salud.

Sin embargo, la representante advirtió que esa cifra positiva contrasta con un problema que se mantiene sin soluciones estructurales: la concentración del personal en solo tres regiones.
“La mayoría de los médicos y profesionales se concentran en Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca, por lo que hace falta una mayor presencia en otras regiones y territorios. Por eso es necesario que la salud también proteja a quienes la hacen posible”, puntualizó.

Retos en medio de la tecnología y la inteligencia artificial

Uno de los puntos que la congresista insistió en revisar es la manera como el sistema de salud está enfrentando los cambios tecnológicos acelerados, especialmente los derivados de la inteligencia artificial (IA). Para Velásquez, este es un desafío subestimado.

Para asumir los grandes retos que tenemos en salud debemos desaprender; por ejemplo, lo relacionado con la inteligencia artificial, pues hoy muchas personas prefieren la atención virtual a la de los profesionales”, afirmó.
Según ella, esa tendencia pone presión sobre los profesionales, quienes no solo deben adaptarse a nuevas herramientas, sino competir con modelos automatizados de atención que, aunque útiles, no reemplazan el criterio clínico ni el acompañamiento humano.

Velásquez resaltó la necesidad de preparar al talento humano para convivir con estas tecnologías, garantizando que la innovación no implique menor calidad laboral, pérdida de empleos o un desplazamiento progresivo del rol fundamental de médicos y especialistas.

Normas que requieren una revisión profunda

La congresista recordó que Colombia cuenta con un marco legal que, si bien ha sido útil, empieza a mostrar limitaciones en el contexto actual. Mencionó la Ley 1164 de 2007, relacionada con el talento humano en salud, y la Ley 1616 de 2013, sobre salud mental —de la cual fue ponente principal—, como pilares importantes, pero que necesitan actualización.

A su juicio, la Ley 1616 permitió avances en la comprensión de la salud mental como un derecho, pero se quedó corta en lo referente a la protección emocional y psicológica del personal que atiende la creciente demanda en este campo.
“Las normas son un punto de partida —expresó—, pero hoy es evidente que requieren ser reformadas para garantizar un mejor trato laboral a los trabajadores de todo el sector salud”.

Velásquez también recordó que hace un año se creó una mesa técnica exclusivamente destinada a discutir estos temas. Sin embargo, los resultados fueron mínimos. Según la representante, “los colegios de medicina no querían modificar lo ya establecido en la legislación vigente”, lo que impidió avanzar hacia reformas que respondieran a las nuevas realidades del sector.

Este estancamiento regulatorio, dijo, sigue afectando las condiciones de trabajo de miles de profesionales, especialmente de aquellos que laboran en zonas apartadas, en turnos extensos y con riesgos frecuentes para su salud física y emocional.

Propone un régimen especial de empleo y bienestar

Frente a este panorama, la representante presentó una propuesta concreta: crear un régimen especial de empleo y bienestar para los trabajadores del sector salud.
“Es necesario plantear un régimen que cobije desde médicos y enfermeras hasta técnicos y personal asistencial, para que haya estabilidad y protección física, mental y social de sus vidas”, afirmó.

Este régimen —explicó— debería incluir garantías de estabilidad laboral reforzada, mejores condiciones contractuales, acompañamiento psicosocial, remuneración acorde con la responsabilidad y los riesgos, incentivos para la permanencia en regiones apartadas y mecanismos de protección frente a la violencia y el burnout, una de las problemáticas más extendidas en el sector.

Las declaraciones de Velásquez se dan en medio de un escenario nacional en el que las discusiones sobre el sistema de salud —su financiación, su modelo de atención y su reforma estructural— continúan siendo una prioridad. La representante insistió en que cualquier debate futuro sobre la reorganización del sistema debe incluir no solo a las instituciones y a los usuarios, sino a quienes sostienen día a día la prestación del servicio: el talento humano.

“El país tiene la obligación de garantizar que quienes cuidan la salud de todos cuenten con un entorno digno, seguro y estable”, concluyó.

Con este llamado, la congresista busca reactivar la discusión sobre las reformas laborales y normativas en el sector salud, en un momento en el que los profesionales continúan evidenciando sobrecarga, falta de garantías y una creciente presión por atender a una población que demanda más servicios, más tecnología y más especialización.

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