Por Norman Alarcón Rodas
Durante varios años le he venido haciendo seguimiento al balance anual de la empresa Triple A, denominado por ella misma Informe de Gestión y Sostenibilidad, para muchos “la joya de la corona” del distrito de Barranquilla. Busqué el mejor calificativo para aplicar a dicho balance, después de leer sus más de 250 páginas, y no encontré otro más adecuado que variopinto, que según la Real Academia Española significa “que ofrece diversidad de colores o de aspectos, multiforme, mezclado, diverso, abigarrado”.
Dice que mantiene sus servicios misionales del suministro de agua, alcantarillado y aseo, pero busca ampliar su objeto social a nuevos negocios relacionados con energía renovable (portafolio de soluciones con sistemas solares y fotovoltaicos), financiación no bancaria (venta de seguros de vida, previsión exequial, línea técnica hogar, créditos) y nuevos clientes gubernamentales y urbanizadores. Lo anterior, a pesar de haber incrementado sus utilidades en un 49% con los servicios tradicionales y que estos requieren ingentes inversiones para su mejoramiento. Por ejemplo, muestra un estancamiento en la construcción de Estaciones Depuradoras de Agua, ya que tiene las mismas diez de 2022. Peor aún, las Aguas No Contabilizadas (ANC) siguen por encima del 50%. Son las pérdidas de agua, superiores a la media nacional y unas de las más altas de la Región Caribe. Estas ANC se deducen de la relación de cuánta agua factura y cuánta produce.
Se mantiene el esquema de tarifas regionales, en el cual es pionera en el país la Triple A, norma aprobada por la Comisión de Regulación de Agua, Alcantarillado y Aseo (CRA), que le permite “garantizar la suficiencia financiera”, criterio principal para definir los regímenes tarifarios de los servicios públicos domiciliarios, al tenor del artículo 87 de la Ley 142 de 1994. Por este esquema regional las tarifas de la Triple A son de las más altas del país. La Ley 142, marco de los servicios públicos, cumplirá treinta años de expedida el próximo 11 de julio y será objeto de evaluación por distintos foros que se realizarán en la Región Caribe y otras partes del país, en los cuales se discutirán las tarifas impagables en estos servicios públicos y en el sector eléctrico.
Es importante el acuerdo logrado por Triple A con el distrito de Barranquilla para proteger la ciénaga de Mallorquín y las aguas del río Magdalena cerca al Malecón y garantizar la calidad del agua que captará y tratará el nuevo Acueducto del Norte de Barranquilla del mismo afluente. La nueva convención colectiva de trabajo cobija a 775 trabajadores, de una planta total de 1774. Se destaca que la continuidad del servicio de agua en Barranquilla llega a 23.8 horas diarias, lo mismo que la disminución del Índice de Pérdidas Facturadas por Usuario (IPUF) de 17,08% a 15,85%.
SOBRE LA SITUACIÓN FINANCIERA
Por primera vez la Triple A supera los ingresos totales de un billón de pesos, con una utilidad de $177.445 millones en 2023, con un aumento del 49%. Sin embargo, las regalías bajaron en 50%. La eficacia del recaudo se sitúa en un buen 82%, pero la estrategia para mejorarlo se basa en la suspensión del servicio. Los activos intangibles ascienden a $492.000 millones, subieron un 16.8%, y según los contratos de concesión, el distrito de Barranquilla sigue
obligado a devolverlos a la Triple A en caso de suspenderse la misma concesión, lo que favorecería a los socios privados de K-Yena, como vamos a ver a continuación.
La nueva composición accionaria de Triple A es la siguiente: la sociedad K-Yena, el 82,16% proveniente de la enajenación temprana de las acciones de los españoles de INASSA y que estaban embargadas por corrupción y en proceso de extinción de dominio. La sociedad K-Yena tiene como accionistas al distrito de Barranquilla con el 65% y el resto (35%) de William Vélez y Tecnoglass, como es de conocimiento público. Otro 14,5% de las acciones pertenece al distrito de Barranquilla, lo que le quedó después de varios despojos en los últimos treinta años. Y el 3,34% pertenece a accionistas minoritarios, quienes tienen también sus derechos adquiridos.
El Informe de Gestión y Sostenibilidad de la Triple A 2023 señala al final que esta empresa pasó de ser privada (de propiedad de los españoles del Canal de Isabel II de Madrid, España, a través de INASSA) a ser una empresa mixta, lo cual es positivo. También lo es la transacción realizada en febrero de 2023 entre el distrito de Barranquilla y la Sociedad de Activos Especiales (SAE) corroborando la enajenación temprana basada en la Ley de Extinción de Dominio. Ahora tan solo falta que se cumpla la parte del acuerdo, realizado con el respaldo de la Procuraduría General de la Nación, en el sentido de que los socios privados de K-Yena transfieran a una entidad pública las acciones que les correspondió de la Triple A. Así los barranquilleros recuperarían un patrimonio público para crear una nueva institución casi pública con más del 96% de las acciones, que podría ser el mismo distrito de Barranquilla, la Gobernación del Atlántico y/o los municipios atlanticenses donde presta servicio esta empresa como socios de la misma, si así se acuerda.
