ANTE EL DÉFICIT CRECIENTE DEL FOMAG HAY SERIOS INDICIOS DE RIESGOS PARA LA SOSTENIBILIDAD FINANCIERA DEL SISTEMA DE SALUD DE LOS DOCENTES

             Por Alberto Luna Ávila 

Un estudio e informe del Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud muestra que el Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (FOMAG) enfrenta una grave crisis estructural en la gestión de sus recursos de salud. De acuerdo a su último informe, entre el 2019 al 2025, los gastos han superado de manera constante a los ingresos. Siendo el año 2024 el más crítico con un déficit histórico de $2,1 billones con recursos ejecutados por 4,8 billones de pesos, equivalentes a un 184% respecto a sus ingresos.
Para el 2025 la apropiación inicial ya proyecta un nuevo déficit por la suma de $568.000 millones, esto sin contemplar los necesarios ajustes por inflación, igual que por el incremento del costo médico. Situación deficitaria que plantea los serios riesgos para la sostenibilidad financiera del sistema de salud del magisterio colombiano.
Este incremento deficitario estuvo impulsado por tres factores:
– Multiplicidad de contratos de servicios médicos, sin control y con tarifas elevadas, que representan una carga creciente para el presupuesto.
– Crecimiento del costo médico, reflejado en el aumento sostenido de tratamientos de altos costos, representados en pacientes con enfermedades crónicas, lo cual se agrava al negar o aplazar la prestación del servicio.
– Fallos judiciales y conciliaciones, que obligan a destinar recursos adicionales sin planeación previa.
Por ello, el alto volumen de PQRS en el magisterio, es un fiel reflejo de las fallas en el modelo de atención del servicio médico, como también la vulnerabilidad a que están expuestos los pacientes con diagnóstico de alto costo. La concentración de reclamaciones en tratamientos críticos como quimioterapia, radioterapia, procedimientos cardíacos y hemodiálisis, muestra las evidentes fallas en la oportuna atención, continuidad y calidad para acceder a servicios vitales, que comprometen directamente la calidad de vida y la supervivencia de los maestros.
El Sistema de Salud del Magisterio, que es un régimen especial, está garantizado por la Ley 91 de 1989. Los dineros provienen de tres aportes, que recauda el FOMAG y administra la Fiduprevisora S.A., encargada esta última de contratar los servicios de salud. Estos aportes son: Aportes de los docentes, que son las cotizaciones que efectúan los maestros que hacen parte del Fondo. Aportes adicionales del Gobierno Nacional, son los recursos del Estado que vienen del Presupuesto General de la Nación para complementar la financiación del sistema de salud del magisterio. Aportes patronales, entregados por los empleadores del magisterio.
El FOMAG, fuera de velar por la prestación de los servicios de salud de los docentes y sus beneficiarios, también se encarga del pago de sus prestaciones sociales como pensiones y cesantías, bajo las instrucciones y órdenes dadas por el Consejo Directivo del Fondo que preside el ministro de Educación Nacional.
Es importante anotar, que ya hubo una alerta de la aguda crisis que está atravesando el sistema de salud del magisterio, cuando hace unas semanas, en una carta pública al ministerio de Educación, el vicepresidente del FOMAG, Aldo Cadena, alertó de la existencia de un déficit de $2,7 billones en el sistema, por el cual propuso y solicitó utilizar de forma riesgosa $1,7 billones de las reservas pensionales de los maestros, mientras el ministerio de Hacienda hacía los giros respectivos al Fondo. Solicitud del vicepresidente del FOMAG que fue aprobada de forma inmediata por su Consejo Directivo.
Pero el informe de Así Vamos en Salud, no solamente se concentra en alto déficit del sistema de salud de los docentes, sino que también muestra su preocupación en la falta de balances financieros confiables. Según la investigación, no existe un informe claro y conciso de los ingresos y gastos que permitan a la Superintendencia Nacional de salud y a las mismas organizaciones sindicales de los maestros, realizar un seguimiento fidedigno y riguroso de la ejecución presupuestal.
Las faltas de claridad en los reportes muestran las inconsistencias entre los registros financieros y los archivos presupuestales. Todo esto debilita el control y dificulta poder identificar las causas precisas del desbalance.
De esta manera Así Vamos en Salud lanza la alerta que esta falta de transparencia expone la sostenibilidad del FOMAG y coloca en riesgo la garantía del derecho sagrado a la salud de los docentes y de sus familiares beneficiarios.

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