Ante la insistencia de Washington en imponer su agenda geopolítica, el gobierno panameño reafirmó su independencia y autonomía. “La soberanía sobre el canal no está en cuestión”, declaró su presidente José Raúl Mulino, agregando que Panamá no permitirá que su destino sea decidido por intereses extranjeros.
Como respuesta a las presiones estadounidenses, el presidente panameño anunció que su administración no renovará el acuerdo con China sobre la «ruta de la seda», lo que ha sido interpretado como un intento de equilibrar la balanza diplomática sin ceder ante el intervencionismo estadounidense.
En paralelo, la ciudadanía panameña salió a las calles en una masiva manifestación de rechazo a la presencia de Rubio en el país. Al grito de “¡Fuera Rubio de Panamá!”, cientos de personas protestaron en la capital para exigir el respeto a la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos. Las manifestaciones reflejan un creciente descontento con la injerencia estadounidense en la región y una firme voluntad de defensa de la soberanía nacional.
La visita de Rubio a Panamá es solo el primer paso de una gira que también lo llevará a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana. Washington busca afianzar su control en la región a través de estrategias de presión política y económica, con el pretexto de la seguridad regional y la crisis migratoria. Sin embargo, los países latinoamericanos han demostrado que no están dispuestos a ceder ante las imposiciones de la Casa Blanca.
Analistas políticos advierten que Washington está reeditando la política del “gran garrote” del siglo XX, basada en el uso de la fuerza y la coerción para someter a los países de la región.
Mientras tanto, la movilización social en Panamá y en otros países latinoamericanos sigue en ascenso, enviando un mensaje claro: la soberanía y el derecho de los pueblos a decidir su propio destino no serán negociados.
El intervencionismo estadounidense enfrenta una Latinoamérica cada vez más unida y decidida a defender su autonomía ante cualquier intento de dominación extranjera.