Nicolás Maduro asumió su tercer mandato consecutivo como presidente de Venezuela, en una ceremonia en la Asamblea Nacional controlada por el oficialismo.
A pesar de las críticas y cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso electoral, el acto fue acompañado por una destacada delegación internacional, que incluyó al expresidente de Honduras, Manuel Zelaya, y representantes de países como Serbia, China y Rusia.
Desde el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo, Maduro agradeció la presencia de estos delegados y destacó el carácter “importante” de los encuentros sostenidos, especialmente con Zelaya, a quien se refirió como su “hermano” y destacó el avance de la cooperación entre ambos países. “Estamos dando pasos firmes hacia el desarrollo bilateral, en unidad y cooperación”, afirmó en su cuenta de Telegram.
Además de Zelaya, el mandatario venezolano recibió a la presidenta del Parlamento serbio, Ana Brnabic; al presidente de la Duma Estatal de Rusia, Viacheslav Volodin; y al vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular de China, Wang Dongming, quien acudió en representación de Xi Jinping. Estos encuentros subrayan el apoyo diplomático que el gobierno de Maduro ha cultivado con diversas naciones que han mantenido relaciones cercanas a lo largo de los años.
Maduro también tuvo una “grata reunión” con Haitham Al Ghais, secretario general de la OPEP, y Mohamed Hamel, secretario general del Foro de Países Exportadores de Gas (FPEG), con quienes abordó temas relacionados con la producción y exportación de recursos energéticos.
El viernes, durante su investidura, Maduro estuvo acompañado por los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Nicaragua, Daniel Ortega, quienes participaron en un evento que fue ampliamente criticado por la oposición y sectores internacionales, pero que contó con el respaldo de gobiernos aliados al chavismo.
El nuevo periodo presidencial de Maduro se inicia en un contexto de tensiones internas y externas, mientras el país continúa enfrentando una grave crisis económica y política. Sin embargo, la presencia de estos líderes internacionales sugiere que el mandatario venezolano sigue contando con el apoyo de ciertos bloques internacionales clave.